Después del éxito del vídeo-resumen (más de 7.000 visionados en apenas 24 horas), de la multitud de blogs que nos han enlazado y de la gran cantidad de felicitaciones recibidas, la verdad que uno ya no sabe que vídeo poner en el blog. Por fortuna, ayer tuve la oportunidad de subir a uno de los rascacielos del CTBA.
Padezco de vértigo y realmente, desde la noche anterior, que recibí la invitación para visitar las torres, pasé algo de (bastante) angustia decidiendo si sería correcto o no aceptarla. Por un lado sabía que era una oportunidad irrepetible, pero también me conozco lo suficiente como para reconocer que el vértigo cuando aparece, me bloquea completamente y, no quería pasar, ni hacer pasar a mi anfitrión, por un momento embarazoso.
La visita en principio estaba programada para las 3 de la tarde, por suerte, a las 10 de la mañana recibí una llamada avisándome que lo mejor era adelantarla para ese mismo momento. Digo por suerte, porque siempre he pensado que las cosas que no se preparan demasiado, espontáneas e improvisadas, suelen salir bien. Así que en cuanto colgué el teléfono fui para allá.
En el corto camino que separa la casa donde vivo del CTBA (apenas 1 kilómetro) tuve tiempo para pensar en muchas cosas: Miraba al cielo y a las copas de los árboles fijándome si hacía viento (estaba un día espléndido), recordaba cuando subí a la lanzadera del Parque de Atracciones (63 metros), también un trabajo que hice hace años en el que tuve que volar varias horas en helicóptero… En definitiva, intentaba imaginar a que se parecería lo que estaba a punto de experimentar.
Luego ya, a pie de torre, preparé la cámara y entré en el ascensor-montacargas con otras 10 o 12 personas. Me quedé pegado a uno de los laterales del ascensor y comencé a grabar. Llevo los suficientes años trabajando con cámaras como para saber que es un buen recurso centrarse en el visor para abstraerse un poco de la realidad que estas viviendo, y así evitar los nervios y el vértigo que esa situación podría provocar en mi. Y funciona. Bueno… funciona un rato 🙂
Cuando el ascensor hace la primera parada para que se bajen algunas de las personas, ya no hay visor que valga. Vuelve a arrancar el ascensor, y viendo que estamos ya a una altura muy considerable, se me ocurre preguntar:
– Estamos llegando ya ¿verdad?
La respuesta fue:
– Estamos al 25%.
A partir de ese momento, no es que a mayor altura el ascensor se mueva más a causa del viento. Son mis nervios.
Vaya suerte eh???Espero que por lo menos los nervios valieran la pena no?
aunque seguro que si valieron:P
gracias por el video!
Es posible subir a alguna de las torres?
gonz gonzalodiego@gmail.com
No tengo ni idea 🙁
Holaaa!
Muy wapo el video… yo también quiero subir a alguna de las cuatro.
Si sabes algo puedes escribirme a el_david_one@hotmail.com
Musha grasia!!